domingo, 10 de febrero de 2008

Sigue Malí




viajando en carreta
route Kanikombolé- Telly
País Dogón
Malí





Babá con las vacas
Ogodengu Endé
País Dogón





Himno a la alegría
mi Malik..
Endé, País Dogón





Bossé rodeado de arte
Endé Ogodengu
País Dogón


Dentro del país del que os vengo hablando, hay dos puntos geográficos que me causan una especial sensación de estar en casa.
Si sois aficionados a ver documentales de la 2 reconocereis País Dogón y es que hace un tiempo les dió por ahí y salían imágenes constantes en televisón. Tuve la suerte de conocerlo cuando todavía no se veían los 4x4 levantando un polvo extraño en un lugar donde hasta el polvo lleva su ritmo particular africano...cuando uno de esos inmensos coches seguido de tres o cuatro más, con chorrocientos "tubabs" dentro(así nos llaman a los blancos por allí). Reconozco que me molestan inmensamente a pesar de haber montado en ellos facilitándonos el duro viaje en carreta o en el intemporal coche de San Fernando. Más me molesta la actitud de las personas que viajan en grupos, cargados de gilipolleces inútiles que repartir a los miles de niños que corren detás de los coches acostumbrados a que los blancos les den "cosas"....si hay oferta hay demanda...
Al ´País Dogón llegaban los viajeros a pié de manos de algún guía de la zona que se aseguraba de que los espacios sagrados no se pisaran y de que el respeto era el mejor pasaporte para atravesar las aldeas y conocer la intimidad de gentes que llevan viviendo de la misma manera desde hace siglos, donde los consejos de ancianos dictan leyes y enseñan a los jóvenes la historia de su pueblo y la importancia de conservar la tradición. Ahora al lado mismo de "La casa de la palabra" (lugar dónde los nacianos se reúnen a tomar decisiones o simplemente a compartir la vida...)pasa la carretera que facilita el acceso al turismo y los ancianos tragan mucho más polvo del camino del que su naturaleza les tenía preparados.
A mí me da por pensar que sentirán ellos al vernos pasar por allí con nuestras carretas a gasolina y nuestros ropajes, nuestras neveritas para mantener el agua fría y embotellada...vamos con ese estilo coronel tapioca que tanto le gusta al blanco para viajar el Africa..
Puedo imaginarme que nos miren en la superficie sin querer darnos mucha importancia ,así vivir lo que les queda en su paz .Sentir que la prisa está llegando a sus patios y el desastrre que puede traer consigo ..sin embargo de sus ojos nunca sacarás una extrañeza.
La mirada de los viejos es muy parecida a la de los niños, hay mucha curiosidad y respeto pero ninguna expresión que muestre una emoción.
Por otro lado si el turismo está consiguiendo que algunas familias no se mueran con las hambrunas a las que es castigado el país, me alegro de que lleguemos los blancos. Pero sería tan fantástico que los de este lado del mundo nos hiciéramos un intenso examen de conciencia antes de contaminar con nuestro aire de progreso y ambición .
Hay otro lugar que me acogió con mucho amor y ese es Mopti. Le llaman al Venecia del Níger y es que es un delta rodeao por una lado El Bani(afluente del Níger) y por otro por el Gran Níger.
Mopti es un cruce de culturas donde más de seis etnias conviven en paz. De Mopti me gusta y me agota su bullicio , es delicioso pasearla y esperar a que el sol se ponga encima del Níger.

Tumbarte y alucinar viendo pasar grupos de pájaros en formaciones espectaculares , sabiendo que vienen de lejos y hacen escala a esa altura del río para disfrutar de los encuentros de distintas familias pajariles y viajeras. Ver un Pinaza acercarse con una inmensa vela hecha de sacos cosidos con los colores rojos en el oeste y la tregua que da la temperatura cuando el sol se va.
Mopti está cargada de colores allá donde mires y de olores indescriptibles.
Me encanta cuando estoy allí y viene alguien de visita que no conoce la ciudad, uno de los sitios a los que más me gusta ir con las visitas es al mercado de pescado seco...al entrar en la calle la cara que se les pone es la única manera de describir el olor.....im-presionante.

Avisé....me está subiendo la fiebre del virus....nunca se sabe cuánto tiempo te tiene poseída a si que he decidido compartir esta convalecencia con el universo blogueril.
Besos y esencias!





cestas de pescado seco, todo
un arte de colocación..








mujeres vendiendo en el puerto,
Mopti





al relajo de la tarde
en casa. Mopti.

8 comentarios:

Belén dijo...

Recupérate guapa!

Y mucho ánimo... gran labor la tuya :)

besicos

Meiga en Alaska dijo...

Qué bien que nos cuentes cositas de tu querido Mali, chula. Transmites esa pasión tuya tan característica.

Te quiero

Unknown dijo...

Recuperate del virus.
Gracias por recordarnos que Africa existe.

Un beso

alfonso dijo...

Nunca satisfaremos la deuda con África. Al menos, queda el consuelo de la enegía que algunas personas desarrollan allí.
Felicidades.

Unknown dijo...

gracias por compartir esos momentos con todos, para que podamos apreciar cosas que no estan escritas y que normalmente el turista nunca vera y solo el viajero tiene tiempo de descubrir, tú por lo que me parece no eres ni lo un o ni lo otro alli, ya eres otro más y eso es estupendo, conseguir que te vean como uno más...
besos y que el virus nos siga dejando más estampas....

Abel Granda dijo...

¡Qué maravilla Irene!, ¡cómo me gusta escucharla!, porque tiene un discurso respetuoso y sensato, porque sabe que la única buena nueva de los occidentales, es los recursos que aportan (aunque no hayan perdido su afición al reparto de espejitos). Gracias querida, hacen falta más viajeros como Ud.; y repóngase pronto, que hay mucho camino que andar.

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Cuántas vivencias!! No sabe cuánto la admiro, preciosa. Como dice ex traño, allí debe ser una más... Gracias por todo lo que hace y por todo lo que nos cuenta, para que veamos más allá a través de sus ojos.
Cúidese mucho. Besos

Unknown dijo...

Hola, es la primera vez que aterrizo por tu espacio, y lo he encontrado tan lleno de color que me voy a quedar a pasear por el un rato. Gracias por abrirnos una ventana a un continente al que le damos la espalda inmerecidamente, un abrazo,